Modelos clásicos de armarios


¿Quién no conoce las bondades de un buen armario? En primer término se encarga de que en él podamos tener resguardadas nuestra ropa y algunos objetos personales, por qué no, y además de ello son el elemento decorativo de una habitación que, aparte de la cama, es de lo más llamativo que puede encontrarse en una pieza. Los distintos tipos y tendencias de armarios clásicos están a la orden de cualquier persona que, indistintamente de donde viva, puede hacer decorar su habitación con un toque de distinción sin que llegue a ser considerada recatada o anticuada.

VINILOS DECORATIVOS ARMARIOS

Los armarios de tipo clásico con tendencia española, como norma general, se caracterizan por estar construidos en madera, tener un estilo de adoquines muy clásicos, con tendencia al barroco y, como característica más resultante, ser muy grandes. Su espacio interior está sencillamente adobado de las suficientes estancias para poder guardar allí toda clase de objetos de considerable tamaño, y eso es lo que los ha hecho perdurar de igual forma a través del tiempo. Igualmente está el tema de la altura, que pueden ser de nivel alto, como los usados para poder cubrir una buena parte de la pared y de la habitación, hasta los de nivel bajo, muy ideales para niños y también para colocar encima el televisor, si se prefiere tener este electrodoméstico en la pieza.

EBREVINIL

Otro estilo de armario clásico es el metálico. Pesados, con puertas corredizas, pocos anaqueles y que tendían a abollarse por el calor, definitivamente hicieron parte de la generación nostálgica de este tipo de diseño hogareño. Ellos se caracterizaban sobre todo por el diseño de sus manillas, de estilo bastante renacentista, así como la adaptación que de ellos se hicieron para poder cerrarlos con llave y, posteriormente mediante ganzúas pequeñas, estilo que fue copiado para algunos armarios de madera. Como se ve, fueron una especie de hito en la moda de guardar la ropa, y en la mayoría de las casas prácticamente el armario metálico era el considerado por antonomasia ideal para poder guardar el vestuario. Posteriormente los armarios fueron reduciéndose en tamaño, hasta que aparecieron los de doble gaveta, que fueron precursores de las conocidas mesas de noche. Estos ya eran armarios muy pequeños que eran escogidos sobre todo para los niños, de talle bajo, muchas coberturas de espacio para guardar toda clase de cosas, además de un elemento novedoso que se les incorporó: el espejo. Posteriormente, hay una clase de pequeños armarios que pasaron a ser depositarios de un solo objeto, a manera se puede decir del estilo de una nevera portátil, y por esa razón se ponía mucho esmero en su construcción y adaptación. Estos armarios pasaron a ser, a su vez, los precursores de las cajas fuertes. Como se ve, una pequeña historia del  estilo de los armarios, que pasaron de llenar un simple espacio, a ser considerados indispensables dentro de la decoración. Por supuesto, ahora vienen renovados con nuevas adaptaciones que les permiten, incluso, tener el televisor, la grabadora y hasta una zapatera adentro.

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